31 de diciembre de 2013

Los colores influyen en la decoración



No solo es una percepción, sino una realidad que gana su peso en nuestro carácter. Los colores nos influyen psicológica y fisiológicamente.

Los colores nos afectan psicológica y fisiológicamente. Se le llama cromoterapia, y sus efectos alteran o consolidan nuestro estado de ánimo, nuestra forma de comportarnos e incluso el estado de nuestro propio cuerpo. Esto se debe al efecto que la luz y los colores tiene en nuestro entorno, que provoca que asociemos uno u otro a un determinado estado.

Por ejemplo, normalmente acostumbramos a asociar el color rojo al peligro o a lo prohibido, además de provocarnos hambre, ya que es el color de la sangre y la carne. Otro valor contrario, es el azul, que inhibe nuestro apetito ya que casi no existen alimentos con este color. El verde nos relaja y significa que todo está en calma, lo que nos permite relajarnos y disfrutar.

¿Por qué asociamos los colores a estos estados anímicos y corporales? Tiene su origen en los estímulos que el ser humano ha ido desarrollando desde hace miles de años. Además, se ha podido conocer, que el ser humano tiene fotorreceptores en toda la extensión de la piel, recibiendo las ondas electromagnéticas de la luz asociada a los colores, siendo capaces incluso de afectar a nuestra temperatura corporal.


¿Esto que quiere decir? Quiere decir que un ambiente decorado con colores fríos como azul, índigo, violeta y verde puede bajar nuestra temperatura y uno con colores cálidos como rojo, naranja o amarillo, subirla.

El hogar. Esta explicación da pie a nuestro reportaje de la semana: la decoración y la elección de colores en casa. Es básico seleccionar los colores apropiados en todas las habitaciones, muebles, prendas y aparatos del hogar, y sobre todo, saber coordinarlos, ya que la unión de éstos es la que conforma el efecto cromático que buscamos.

En los próximos post, hablaremos de la decoración en las diferentes estancias de la casa y su influencia en nuestro estado de ánimo.

27 de diciembre de 2013

Estanterías de pladur



En los tiempos actuales, en los que las casas en propiedad brillan por su ausencia, y los alquileres se convierten en una prioridad para los jóvenes trabajadores y los no tan jóvenes, algunos de los hábitos o costumbres comienzan a cambiar.

Por ejemplo, el uso del mobiliario y el gasto dirigido para el mismo. La llegada de IKEA, y sobre todo, la inestabilidad laboral hace que desconfiemos de muebles de gran calidad, de madera, cristal o metal, que puedan ser difíciles de desplazar, y que nos obliguen a desembolsar una gran suma de dinero.

Es por esto que un material muy útil y fácil de manejar para estos casos es el pladur. Hoy, nos gustaría mostraros como montar una estantería con este material, que además, permite adaptarlo a diferentes estilos de decoración. 

Para llevar a cabo la estantería de pladur, los materiales podremos conseguirlos en La Muralla donde podremos conseguirlos a medida, y con accesorios necesarios para fijación y montaje.

1. El primer paso será diseñar el mueble y plasmarlo en la pared para tener clara la ubicación de todos los elementos.
2. Cortar los perfiles. Hay que procurar que los verticales no toquen los horizontales y dejando 6 cm de distancia entre ellos. Haremos los agujeros necesarios con el taladro y lo fijaremos todo con tacos y tirafondos. Hay que procurar que los puntos de fijación estén a una distancia de 50 cm unos de otros.
3. Tapetas frontales. Para instalarlas tendremos que poner un nuevo perfil en la parte delantera del estante, para posteriormente colocarlas. Ajustaremos al grueso de la balda, cortaremos una tira de pladur para tapar el perfil de metal que queda a la vista y lo fijaremos con un tornillo a dicho perfil.

Realizar un buen acabado 

Aplicaremos con una espátula una pasta para juntas, para cubrir los tornillos y las imperfecciones que hayan podido quedar en el pladur

Además, si lo preferimos, para disimular las uniones entre juntas, aplicaremos la pasta y pondremos encima cinta de papel, que volveremos a cubrir con pasta hasta que el mueble quede perfecto. Dejaremos secar el tiempo recomendado por el fabricante.

A partir de aquí, el siguiente paso será llevar cabo el revestimiento del pladur o pintar el mueble, dependiendo del tipo de decoración que hayamos pensado para nuestro salón.

23 de diciembre de 2013

La alfombra como elemento clave en la decoración



En La Muralla creemos en la importancia del confort del hogar, y la necesidad de sentirnos protegidos, relajados y realizados en nuestra propia casa. Por eso, hablar de decoración, y aportar ideas al respecto también es una buena manera de sentirse un manitas, o en algunos casos, un verdadero interiorista.

Hoy hablamos de las alfombras como un elemento decorativo que enriquece la estancia donde se encuentran, aportando calidez y color al entorno. Generalmente solemos incorporarlas en nuestras salas con la llegada del invierno, para evitar sentir el frío del pavimento y sentirnos más protegidos frente al temporal.

Alfombras modernas. Suelen llamar la atención ya que sus estampados suelen ser muy estridentes como animales, dibujos o flores. Para no recargar demasiado el espacio, te aconsejamos que incluyas estas alfombras junto a piezas de un solo color.

Alfombras turcas. Turquía siempre ha ofrecido una riqueza de alfombras con diversidad de combinaciones cromáticas. Aportarán a tu hogar un toque de color elegante, además de hacer la estancia más acogedora y cálida. Quedarán perfectas en el salón o en el comedor, lugares amplios para que puedan ser bien vistas.

Alfombras clásicas. Estas alfombras son la opción más adecuada para los espacios que no son muy amplios. Si no deseas que tu habitación se vea más pequeña pero quieres darle un toque moderno, puedes incorporar a tu suelo las alfombras de estilo clásico de color entero.

Elegir alfombras pequeñas, medianas o grandes no solo dependerá de tu espacio, sino que también dependerá del uso que le quieras dar. En nuestros dormitorios, a veces, utilizamos pequeñas alfombritas cuyo objetivo no es otro que proteger nuestros pies del frío.


19 de diciembre de 2013

Estilos. Casas árabes



El estilo árabe en la decoración está cada día más de moda. Si algo hay que saber sobre este estilo, es que cuida al máximo los detalles, la iluminación y la fuerza de sus colores. Las paredes y techos claros se combinan con complementos muy coloridos como alfombras, telas y cojines. Las formas geométricas, los arcos. El incienso y las velas no pueden faltar para iluminar y dar aroma a los espacios. 

- Formas geométricas y arqueadas. Predominan espacios amplios, abiertos y con frecuencia las habitaciones se separan a través de arcos a medio punto y cortinas tupidas. Es usual ver techos con formas de cúpulas y hay varias columnas.

- Colores. Existe un gusto por los colores claros o luminosos en las paredes. La decoración si suele mantener colores vivos, intensos y fuertes, como el corjo, el morado o el fucsia. También predominan el verde claro y azul turquesa. El dorado o plata son famosos pero sobre todo en los bordados de tejidos (alfombras, cortinas o cojines),  en muebles (sillas, mesas) o complementos (espejos).

- Materiales. Abundan los azulejos y baldosas para suelos y paredes y las vidrieras de colores para ventanas. La madera exótica oscura se lleva en muebles, cobre para vasijas o adornos. La seda y el terciopelo para los tejidos del hogar dan el toque de glamour a los espacios.

Habitaciones con personalidad. En el salón y habitaciones no pueden faltar cojines, pufs, alfombras, mesas y sillones bajos... En las paredes y para cubrir sofás con telares con parches en diferentes colores

Los espejos son básicos en la decoración árabe, los de hierro forjado ambientan las paredes además de reflejar los colores de cada detalla de la habitación. Entre los complementos de iluminación triunfan el incienso, las velas o farolillos de hierro.  


16 de diciembre de 2013

Estilos. Casas Zen



Siguiendo nuestro serial de “estilos del hogar”, hoy abordamos una de las culturas más atractivas e imitadas del mundo, la cultura Zen.

La decoración Zen, tiene su origen en esta filosofía oriental. El Zen tiene sus raíces en la filosofía y la prédica de Buda, en el siglo VI AC, pero alcanza su máxima expresión en el siglo XIII, en Japón, teniendo gran influencia sobre la cultura japonesa.
 
El estilo Zen llega a Occidente en el siglo XX, extendiéndose a la decoración y la arquitectura. Esta filosofía se orienta hacia la búsqueda de armonía y la iluminación, mediante la paz interior y las acciones simples. Se busca el despojamiento de adornos artificiales para obtener un entorno más puro y agradable, donde olvidar las preocupaciones y el estrés, convirtiendo al hogar en un refugio para la desconexión.

Si queremos decorar nuestra casa siguiendo este modelo, hay ciertos aspectos cruciales a tener en cuenta:

  • Colores. Blancos y neutros, como el gris. No su utilizan colores llamativos salvo para detalles puntuales.
  • Materiales. Son frecuentes la madera y la piedra. También predomina la piedra en baños antes que la cerámica.
  • Mobiliario. Muebles bajos, con formas geométricas y simples. Mobiliario simple y ordenado.
  • La luz. Se busca un ambiente relajado, difuso e íntimo.
  • Decoración. No suele decorarse en exceso, y cuando se hace, es con pequeños detalles, austeros, de madera o de cristal normalmente.
Cumpliendo esta serie de requisitos, estamos seguros de que podréis entrar en estado de relax y meditación, o al menos, vivir en una atmósfera tranquila y agradable.